Darío
Como caído de un sueño... como si alguien le hubiera creado desde lo más profundo de mis deseos. Apenas alcanzo a tocarlo con los dedos porque me da miedo que se desvanezca. Pero está ahí. Y su sola existencia llena de alegría todos los matices de mi vida.
Sus ojos me tienen hechizada. A veces me pregunto si es real. Pero si no lo es disfrutaré mientras permanezca dormida y ojalá se me haya olvidado poner el despertador para alargar más esta dulce historia, mientras lo siga siendo.
Conseguí más de lo que jamás imaginé porque ni tan siquiera necesito rozarle, el mero hecho de pensar en él dibuja en mi cara la mejor de las sonrisas, ésas que salen de algún lugar que no alcanzamos a entender.
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Claudio -