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Simplemente YO

Me parto

Me parto

Él: ¿Puedo invitarte a un trago? Ella: En realidad preferiría que mejor me dieras el dinero.

Él: Estoy seguro que podría hacerte muy feliz. Ella: ¿Por que? ¿Ya te vas?

Él: ¿Que dirías si te pidiera que te casaras conmigo? Ella: Nada. No puedo hablar y carcajearme al mismo tiempo

Él: ¿Me puedes dar tu nombre? Ella: ¿Por que? ¿No tienes tu uno?

Él: ¿Dónde has estado toda mi vida? Ella: Escondiéndome de ti

Él: ¿No te he visto en otro lado? Ella: Sí, por eso ya no voy.

Él: ¿Está libre este asiento? Ella: Sí, y si te sientas también éste

Él: Así es que, ¿a qué te dedicas? Ella: Soy trasvesti

El: Hola preciosa, ¿qué signo eres? Ella: De negación

Él: Tu cuerpo es como un templo. Ella: Lo siento, pero hoy no hay misa

Él: Si te viera desnuda moriría feliz. Ella: Si yo te viera desnudo, probablemente me moriría de la risa

Él: Hola, ¿no salimos juntos una vez? o ¿tal vez dos? Ella: Debió haber sido una. Nunca cometo dos veces el mismo error.

Él: ¿Cómo hiciste para ser tan bella? Ella: Probablemente me toco la parte que te correspondía a ti

Él: Tu rostro hace que la gente vuelva a mirarte Ella: Y el tuyo hace que se me revuelva el estómago

Él: Vamos, no seas tímida. Dime algo. Ella: Ok, ¡Lárgate!

No es que sea feminista ni nada por el estilo, pero me reconoceréis que hay tipos muy pesaos por el mundo que no aceptan una negativa por respuesta, si eres borde malo, y si eres simpática peor.

1 comentario

Anónimo -

Fantasías de una mujer a la que nadie se le acerca ni a preguntarle la hora